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Blogs, la resistencia en la era del algoritmo

Blogs, la resistencia en la era del algoritmo

Hace muy poco que hemos empezado 2025 y yo he tomado una decisión que puede parecer un poco estúpida: revivir mi blog. ¿Por qué es estúpida? Digamos que, a priori, es como intentar mandar cartas manuscritas a tus amigos, en lugar de un mensaje de WhatsApp cuando quieres quedar para tomar algo. No tiene mucho sentido. Pero si la he tomado es porque creo que internet era mejor en los tiempos en los que los blogs dominaban internet, y que esa magia se está perdiendo.

Los blogs fueron la moda allá por los 2000, alcanzando su máxima popularidad a partir de 2010. Pero desde entonces ha llovido mucho. Con la aparición de las redes sociales, y otros métodos de crear contenido, los blogs han cedido su posición dominante. Aunque la gente sigue publicando artículos en sus blogs, la mayoría de las veces se utilizan para conseguir mejorar el SEO de empresas y explotar nichos de manera un tanto dudosa. Intenta buscar una review de algún producto en el que estés interesado y verás cómo solo encuentras entradas en blog generadas exclusivamente para sacarte el dinero con afiliados de Amazon a través de información de dudosa calidad.

Por si eso fuera poco, cada vez se consume menos contenido escrito. Competir con vídeos de YouTube, Instagram o TikTok no es nada fácil. Los vídeos son más fáciles de consumir, y los creadores de contenido e influencers actuales son unos fenómenos creando vídeos que enganchan y tienen millones de visualizaciones. ¿Cómo va a competir un blog con vídeos con música y espléndidos efectos de edición?

Pero you soy cabezota perseverante, y además disfruto de la palabra escrita. Aunque, ¿por qué no usar Substack?. Si en 2015 todo el mundo tenía un blog, parece que en 2025 todo el mundo tiene una newsletter. Al fin y al cabo, plataformas como Substack te dan todas las facilidades para dedicarte a escribir, y sin complicarte demasiado, llegar a un público amplio. Hay gente que hasta las monetiza y hace su buen dinero con ellas. Reconozco que lo he pensado (usar Substack), pero me preocupa que una empresa externa sea la que decide qué hace con el contenido que yo genero, por muy simplón que este sea. También creo que parte de la gracia de los blogs, es la de compartir en abierto para todo el mundo, haciendo que el contenido fácilmente accessible desde cualquier parte. Con las newsletters, eso no pasa.

También puedes escribir en redes sociales, como hace mucha gente. Sin duda puedes conseguir más visibilidad. Pero mi impresión es que las redes sociales nos han llevado a posts cortos sin mucha sustancia. Nos han llevado a la cultura del zasca que cierra el debate inmediatamente, eliminando la posibilidad a réplica; a compartir solo la parte bonita de nuestra vida, obviando que esta es más que solo buenos momentos. En definitiva, nos han llevado a crear contenido de calidad para algoritmos, pero que realmente no aporta demasiado. A comentar la noticia del momento, pero a reflexionar poco.

Ahora tenemos la IA generativa, mejorando a pasos agigantados y quizá cambiando el mundo tal y como lo conocemos. Cualquier inteligencia artificial de hoy día, puede generar posts como churros sobre el tema que quieras. Pero a este contenido le falta esa “chispa”, que te dice que la persona que lo está escribiendo tiene algo especial, y que el contenido que estás leyendo es diferente. Que es bueno.

Entonces, ¿por qué, Rubén? ¿Por qué resucitar un blog en 2025? Escribir un blog siempre ha tenido sus ventajas. Y esas ventajas siguen siendo las mismas. Te ayuda a poner tus pensamientos en orden, porque es algo que todos hacemos cuando nos vemos obligados a escribirlos. Explicar tus conocimientos, ayuda a que los entiendas mejor, porque como decía el gran físico Richard Feynman, “si usted no puede explicar algo en términos simples es que usted no lo ha entendido”. Pero es cierto que no es nada que no puedas conseguir creando contenido en vídeo o podcast. La barrera de entrada es algo más baja, porque aunque crear un buen post escrito lleva tiempo, crear un vídeo o podcast de buena calidad, es mucho más complejo.

Sí, aunque las ventajas del blog siguen ahí, mi principal motivación, no radica en ellas. Mi motivación principal es luchar contra la teoría del internet muerto: que todo el contenido actual es falso y está generado por bots. Está claro que esa conspiranoia no es cierta, pero sí tengo la sensación de que la calidad del contenido escrito que puedes encontrar en internet está empeorando. Y no solo porque sea contenido autogenerado. No obstante, toavía hay algunos medios de pago que buscan crear buen contenido escrito, o personas individuales que siguen escribiendo artículos de gran calidad (aunque a veces es difícil encontrarlos entre tanto ruido). Mi problem es que ya no tengo esa sensación de que en internet cualquiera podría tener algo interesante que decir, de que cada día puedes descubrir a alguien nuevo publicando algo interesantísimo sobre cualquier tema. No tengo esa sensación de que las ideas buenas se hacen oír.

Esto es porque las ideas expresadas son mucho más homogéneas hoy en día. Si quieres dinero, necesitas visitas. Y si necesitas visitas, tienes que contentar a un algoritmo. Todo vale para conseguir ese objetivo: clickbaits, noticias falsas, contenido trillado, fórmulas repetidas hasta la saciedad… Todo vale mientras el algoritmo te traiga visitas. El contenido, es lo de menos.

No me engaño. Yo no soy nadie importante. Tampoco es que sea especialmente interesante. No soy escritor, ni soy nadie que cree tendencia. El contenido que yo genere, probablemente no será muy allá. Mis ideas probablemente no importen mucho. Mis proyectos personales, las cosas que aprendo en el camino, lo que me motiva, no serán importantes para casi nadie.

Pero esa era la gracia de internet: cualquiera podía escribir algo que importara a muchas personas; que hiciera reflexionar, que empezara un debate, que ayudara a aprender o a pasar un buen rato. Y no hacía falta ser nadie. Aunque lo que crees no se viralize, y no le den like millones de personas. Lo importante es compartir. En definitiva, el internet de los blogs era mejor. Volvamos al internet de antes.